¿Qué es una regresión de sueño y cómo superarla?

Como padres, el sueño de nuestros pequeños puede convertirse en una montaña rusa emocional. Un día parece que todo está bajo control, y al siguiente, esas noches tranquilas se transforman en despertares constantes. Este fenómeno tiene nombre: la regresión del sueño. Pero, ¿qué es exactamente, por qué ocurre y, sobre todo, cómo podemos manejarla? Aquí te lo explicamos.


¿Qué es la regresión del sueño?

La regresión del sueño es una etapa temporal en la que un bebé o niño pequeño que dormía bien comienza a despertarse con mayor frecuencia, tiene dificultades para conciliar el sueño o parece más inquieto durante la noche. Es importante recalcar que no es un retroceso permanente, sino una fase normal del desarrollo.

Estas regresiones suelen coincidir con hitos importantes en el crecimiento del bebé, como el desarrollo físico, emocional o cognitivo. Por ejemplo, aprender a gatear, caminar o incluso experimentar avances en la comunicación puede alterar su capacidad para relajarse y dormir como antes.


¿Cuándo ocurren las regresiones del sueño?

Aunque cada niño es único, las regresiones suelen darse en edades bastante comunes, entre las que destacan:

  • A las 4 meses: Asociada al desarrollo del ritmo circadiano y cambios en la estructura del sueño.
  • A los 8-10 meses: Coincide con avances motores (gateo, levantarse) y ansiedad por separación.
  • A los 18 meses: Relacionada con un aumento de la independencia y, en ocasiones, la aparición de las primeras pesadillas.
  • A los 2 años: Puede deberse a cambios en las rutinas, un desarrollo emocional acelerado o la transición de la cuna a la cama.

¿Cómo saber si es una regresión del sueño?

Los signos más comunes incluyen:

  • Despertares nocturnos más frecuentes.
  • Mayor resistencia a la hora de dormir.
  • Siestas más cortas o interrumpidas.
  • Irritabilidad o cansancio durante el día.

Es importante descartar otras posibles causas, como molestias físicas (dentición, enfermedades) o cambios en la rutina que puedan estar afectando el sueño.


¿Cómo superar la regresión del sueño?

Aunque esta etapa puede ser agotadora, existen estrategias para afrontarla de manera efectiva:

  1. Mantén la calma y sé constante: Recuerda que es una fase temporal. Mantén las rutinas habituales de sueño para darle estabilidad.
  2. Refuerza la rutina nocturna: Un baño relajante, cuentos y canciones pueden ayudar a tu bebé a prepararse para dormir.
  3. Responde con calma a los despertares: Si tu bebé llora o se despierta, acompáñalo de manera tranquila, pero evita crear nuevas dependencias (como dormir en brazos si ya no lo hacía).
  4. Fomenta la autonomía: Dale tiempo para practicar durante el día los hitos que está alcanzando, como gatear o caminar. Esto puede ayudar a liberar energía acumulada y reducir la excitación antes de dormir.
  5. Ajusta las siestas si es necesario: Algunos bebés pueden necesitar menos tiempo de sueño diurno en esta etapa. Observa sus señales de cansancio y ajusta horarios si hace falta.
  6. Cuida tu bienestar: Tu descanso también importa. Si estás agotado, no dudes en buscar apoyo de tu pareja, familia o un especialista en sueño infantil.

¿Cuándo buscar ayuda profesional?

Si la regresión del sueño persiste más de 4-6 semanas o afecta significativamente a la calidad de vida de tu familia, un asesor de sueño infantil puede ayudarte a evaluar la situación y crear un plan adaptado a las necesidades de tu bebé.


Recuerda: es solo una etapa

Aunque las regresiones del sueño pueden ser un desafío, también son un signo de que tu bebé está creciendo y desarrollándose de manera saludable. Con paciencia, constancia y las herramientas adecuadas, no solo superarás esta fase, sino que también fortalecerás el vínculo con tu pequeño.

Si necesitas orientación personalizada, estoy aquí para ayudarte a construir hábitos de sueño saludables para toda tu familia. ¡Dulces sueños!